Un joven la golpeó salvajemente, sufrió amenazas decidió irse a otro pueblo para estar a salvo. El agresor era un conocido y le propinó golpes de puño y hasta la amenazó con un fierro. Muriel radicó dos denuncias, pero el agresor sigue en libertad y ella teme por su vida. Muriel se fue de del campillo y buscó resguardo en otro pueblo para evitar que vuelvan a golpearla.