Emi fue atendido en el Hospital de Huinca Renancó y, con diagnóstico de apendicitis, derivado a una clínica de Río Cuarto. los profesionales deciden no operarlo ese mismo domingo (24 junio 2018) sino que retrasan la intervención hasta el lunes. A las 8.50 lo operan. Al salir del quirófano, le informan a la madre que no había sido apendicitis sino peritonitis; además, le habrían manifestado que habían tenido que hacerle una laparoscopia.
El 27 de junio de 2018 alrededor de las 9 y media de la mañana, al niño lo vio una ronda médica en la Neoclínica de Río Cuarto; allí habrían notado que estaba pálido. De todas formas, los profesionales no observaron ningún síntoma que generara especial preocupación. Según cuentan cerca de la familia, la madre preguntó si no iban a hacerle análisis y los médicos habrían contestado que por el momento no era necesario.
Dos horas después el niño recibió el alta. “La mamá lo notó muy pálido, con los labios pálidos. Le dijo al médico y la respuesta fue que no pasaba nada. El nene también tenía mucho sueño pero a la madre la tranquilizaron. Cuando salen de la clínica, caminan 100 metros y el chico empieza a sentirse muy mal. Vuelven, lo ingresan en la sala de shock; el nene entró en paro. A la hora salen y le dicen a la mamá que había fallecido”.