La localidad de Vicuña Mackenna se vio conmovida este martes por la noche por el asesinato de Jorge «Coqui» Vaudagna (58), sacerdote de esa ciudad del sur provincial.
La principal hipótesis es que el cura fue abordado por sujetos que tenían la intención de asaltarlo.
Hasta el momento, los implicados serían dos jóvenes, un sujeto de 23 años que se encuentra detenido, y un menor, que por el momento es investigado.Uno de ellos habría sido el que empuñó una arma calibre 22, que fue secuestrada, para cometer el crimen.
El padre Jorge Vaudagna fue sacerdote durante diez años de la Parroquia de la localidad de Vicuña Mackenna y este jueves se realiza el sepelio para darle el último adiós.
Entre el dolor, vecinos que recurren a la parroquia piden justicia y el inminente esclarecimiento del caso: «No nos esperamos nunca que nos pase una cosa como esta en el pueblo» señala uno de los vecinos, y agrega «un hombre tan solidario y sobresaliente, va a quedar un recuerdo muy grande».
El obispo de Río Cuarto, Monseñor Adolfo Uriona, estuvo presente durante la ceremonia de despedida del Padre Jorge, y se refirió a las manifestaciones ocurridas este miércoles en Vicuña Mackenna, donde los vecinos clamaban por justicia y el inminente esclarecimiento del caso: «La primera reacción humana es la rebelión ante una realidad que nos supera y que no tiene que se así, pero yo les pido que hagamos un acto de fe en la providencia de ese Dios que tiene caminos, designios inescrutables, un dios que quiere nuestro bien, pero que a veces lo hace por caminos que no nos gustan» señalaba el sacerdote.
«La muerte del Padre Coqui no fue en vano, esa muerte tiene que provocar en nosotros frutos, su partida nos tienen que dar una autentica fraternidad sacerdotal, ser cada vez más hermanos, tenemos que estar cada vez más unidos para seguir adelante este camino» expresó el obispo de la diósesis de Río Cuarto y pidió a la comunidad que repliquen en sus actos los valores que les trasmitió el Padre Jorge para honrarlo en su sabiduría y humildad.