Sin poder abrir sus puertas desde hace cinco meses, Un jardín maternal vende tallarines caseros para poder subsistir.
«Son 29 las instituciones privadas que dependen de esta actividad, y vinculan a más de 200 docentes que estan en riesgo de perder su trabajo», expresa Mónica Manelli, profesora de Educación Inicial.
La actividad aún no es autorizada por el COE y hasta la fecha, tres instituciones tuvieron que cerrar sus puertas de forma permanente.