Las duras consecuencias de esta pandemia son reflejadas, con mayor severidad, en aquellos sectores que la enfrentan desde una situación de vulnerabilidad, con escazas oportunidades de reconvertirse y con demandas pre existentes a la crisis sanitaria. Los comedores y merenderos realizan una noble tarea tratando de llegar a todas las familias para que al menos, puedan recibir un plato de comida al día. “Estamos trabajando 7×7 y tratamos de que el almuerzo sea abundante para que lleguen a tener algo en la cena”, expresa Jimena Steffania, coordinadora del Hogar María Madre de Dios, quien asiste a más de 150 familias por día.
“El municipio de me da para 30 viandas para dos veces por semana y nosotros estamos entregando 300 comidas al día, expresa Juan Carlos Pereyra, Coordinador del comedor Sol de Esperanza, quien señala, además, que todas las semanas recibe a nuevas familias que buscan poder llevar comida a sus hogares.
Quien desee y tenga la posibilidad de colaborar con los comedores puede comunicarse a los siguientes números:
