La Universidad de Buenos Aires (UBA) trabaja en un proyecto multidisciplinario para lograr que esos animales puedan «detectar a personas con coronavirus y, si es posible, en un futuro no lejano, a pacientes asintomáticos», destaca Paula Carancci, secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias Veterinarias, quien está al frente de este programa, sin antecedentes en Latinoamérica.
La capacidad olfativa de los perros permite que se los entrene para percibir sustancias como estupefacientes, explosivos, divisas y alimentos en las barreras sanitarias. También han desarrollado su olfato en el campo de la salud y determinadas razas pueden detectar episodios de hipoglucemia, cáncer de pulmón, mama, próstata y colon, melanoma y además tuberculosis, entre otras enfermedades.