Después de la fuerte humareda del fin de semana, se llegó a un punto sin retorno. Se estima que se están gastando unos 20 millones de pesos diarios en los operativos para mitigar los focos y, aproximadamente más de “500 kilómetros cuadrados de humedales quemados, esto implica un daño ambiental y una afectación a la biodiversidad monumental que llevará muchos años recuperarlo”, expresa Jorge Bártoli, integrante de la ONG “El Paraná no se Toca”, y señala que estos siniestros ponen el peligro a más de “700 categorías de plantas, 47 clases de mamíferos, 270 especies de aves, 37 de reptiles, 27 de anfibios y más de 200 tipos de peces”.
A su vez, desde la ONG exigen que se profundicen las investigaciones para imputar y sancionar a los responsables de “esta catástrofe” que afecta la biodiversidad de la región y la salud de los habitantes de la ciudad rosarina.