El choripán es casi un clásico registrado de la ciudad, a la salida de la cancha, en la puerta de los boliches o en alguna esquina, era fácil dejarse tentar con el aroma inconfundible de este menú con marca argenta. Pero la cuarentena también ha suspendido esta costumbre, y particularmente en Río Cuarto son aproximadamente 30 familias las que dependen del trabajo de los carrobares que se ubican en distintos puntos de la ciudad.
Vanina dialogó con miembros de la Asociación Civil Choripan, Mate y Tango que organiza a todos los trabajadores del rubro y desde el sector piden volver a trabajar en sus carros a través de un protocolo que ellos ya tienen delimitado: