Aquellos cuya fuente laboral se encuentra abocada a la expresión artística, son conscientes que serán los rubros que más demoren en reincorporarse una vez controlada la pandemia.
En nuestra ciudad se gestaba la apertura del circo Servían, tradicional y querido por muchas familias por sus grandes espectáculos, cuando vieron la necesidad de suspender sus funciones por el decreto de aislamiento preventivo y obligatorio dictado por el Gobierno Nacional.
Dialogamos con Jorge Servían, dueño del circo, quien manifestó la importancia de las medidas de distanciamiento establecidas para prevenir el avance del virus, pero que conjuntamente, expresa que es un golpe durísimo que repercute en los ingresos de más de 70 personas que trabajan allí, “estoy vendiendo vehículos de alta gama para poder mantenernos en esta crisis y no tener que decirles que se vuelvan a sus casas, en 67 años nunca vi algo así”, comenta con preocupación Servián, que además guarda la esperanza de que el gobierno nacional los contenga bajo algún tipo de ayuda económica.
Mientras tanto los integrantes de este querido circo continúan entrenando con el firme estímulo de tener la oportunidad de volver a llenar de alegría a miles de familias que acuden a sus espectáculos para disfrutar de un divertida y alucinante experiencia.