Este proyecto permite al ejecutivo «efectuar las operaciones de administración de pasivos y/o canjes y/o reestructuraciones de los servicios de vencimiento de intereses».
La sesión se desarrolló en un ambiente tenso, que estuvo atravesado por un entrecruzamiento discursivo y reproches sobre la responsabilidad en el endeudamiento argentino.
A pesar de los cruces, el proyecto para renegociar la deuda externa se aprobó por unanimidad con 65 votos favor.