En una contraofensiva, la Guardia Revolucionaria de irán lanzó una decena de misiles a bases militares de EE.UU. que se encontraban en Irak. Este ataque fue denominada por los iraníes como «Operación Martir» Soleimani, en respuesta al asesinato, del jueves pasado, de varios funcionarios de alto rango de Irán, entre ellos el poderoso General Quassem Soleimani.
El primer ataque se registró alrededor de las cuatro de la tarde, la televisión iraní reportó que el blanco fue la Base Aérea Ain al Asad donde se depositaron al menos 13 misiles, minutos más tarde se confirmó un segundo ataque con 8 misiles en la base de Irbil y se espera la confirmación de un tercer ataque en la base de campo Taji, donde también se encontraban fuerzas estadounidenses.
El canciller iraní Javad Sarif publicó en twitter que «Irán emprendió y concluyó medidas en defensa propia en conformidad con el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas para atacar la base desde la que se lanzó un ataque armado y cobarde contra nuestros ciudadanos y altos fincionarios. No pretendemos la escalada ni la guerra, pero nos defenderemos de cualquier agresión».
Mientras tanto desde la Casa Blanca se anunció que no se registran víctimas fatales y que solo hubo daños materiales en las bases militares de EE.UU.
sdf