Horas después de conocerse la modificación en el esquema de retenciones, desde la Sociedad Rural de Río Cuarto lanzaron fuertes cuestionamientos al Gobierno Nacional en un comunicado y advierten que todas las entidades agropecuarias del país se mantienen «unidas y en alerta».
El texto completo:
Un diálogo incumplido y las mismas recetas que nos llevaron al fracaso
Cuando los representantes del sector agropecuario esperaban un llamado para entablar un primer “cara a cara” con el flamante ministro de Agricultura, Luis Basterra, el Gobierno Nacional sorprendió con un decreto para subir las retenciones, aplicando las mismas viejas políticas que llevaron al país al fracaso.
Ante cada crisis y para paliar los desmanejos propios, los gobiernos se empeñan en sacar siempre del mismo bolsillo, castigando al sector productivo, sin realizar los esfuerzos necesarios e imprescindibles para bajar el costo de la política y achicar el Estado.
Si bien se ha reiterado en numerosas oportunidades que las retenciones son un impuesto nocivo y distorsivo, preocupa sobremanera que en la asunción del presidente Alberto Fernández hubo un compromiso de diálogo que no se cumplió.
En línea con lo manifestado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural de Río Cuarto sostiene que con retenciones, desfinanciamiento, sin infraestructura y sequía, el panorama es pésimo.
La medida asumida por el nuevo gobierno no sólo abarca a los principales cultivos como maíz, soja y trigo, sino también a las economías regionales, por cuanto la carne, la leche, el maní, el garbanzo y otras producciones se verán seriamente resentidas, castigando nuevamente al productor del interior que ya trabaja en condiciones desfavorables.
Es precisamente eso, “un impuesto al que trabaja”, y pone en grave peligro a las economías del interior porque no sólo afecta al productor agropecuario sino a una amplia gama de actividades vinculadas con el sector.
Por eso, insistimos en que trabajar con una mayor presión tributaria y sin estímulos es inviable para el productor. Estas políticas significan un freno a la producción, a las inversiones y a la generación de empleo.
Ante el tenor de esta nueva embestida sobre el campo, todas las entidades agropecuarias del país nos mantenemos unidas y en alerta.