El monto que permitirá gastar estará asociado a otros ingresos, para cubrir la brecha “que le falta para completar la canasta básica».
Arroyo aseguró que hoy hay 8 millones de personas que reciben asistencia alimentaria de distinto tipo, de las cuales el 20% son madres que tienen chicos menores de 6 años. Es en éste grupo en el que pondrá el foco el nuevo gobierno. Estas dos millones de madres recibirán una tarjeta que tendrá su nombre y apellido, será de un banco público y sólo servirá para comprar alimentos en cualquier supermercado.
La lista con los alimentos que cada contribuyente adquiera será revisada por especialistas que luego le aconsejarán y orientarán sobre cómo conseguir una mejor calidad nutricional. «Le vamos a apuntar a los lácteos, carne y verdura”, subrayó.
Al ser consultado sobre si podría trazarse una comparación con el Plan Alimentario Nacional (PAN) lanzado por Alfonsín en mayo de 1984, señaló que el Plan Argentina contra el Hambre «es mucho más, es un plan con controles de peso y talla. El PAN lo que hacía era entregar alimentos, este agrega salud y educación”, añadió en declaraciones radiales.
“Tenemos que lograr que todos accedan a la canasta básica, no puede haber hambre en la Argentina. El 14% de los chicos se saltean comidas, no es la hambruna de la Segunda Guerra o de algunos países África, pero tenemos problemas de alimentación. El plan es una cosa importante y hay que hacerlo ya, por eso será el primer anuncio de Alberto Fernández”, indicó.
Además, comentó que «el monto de la tarjeta se va a definir más cerca del 10 de diciembre», y aclaró que «el puntero político no va a poder darla porque la tarjeta la va a otorgar el banco».