Elías Sánchez es oriundo de General Deheza. Forma parte como voluntario de «Un tatuaje por una sonrisa», fundación en la cual ayudan a gente que lo necesita y además trabaja en Córdoba capital.
En uno de tantos viajes, Elías, conoció a Víctor Hugo Álvarez (55), ciudadano de Córdoba, que vivía desde hacía tiempo en la terminal de ómnibus en situación de extrema pobreza y lo llevó a vivir a su casa en General Deheza.
«Conocí a Víctor en la terminal, empecé a seguir su historia, lo llevé a Deheza. Me preocupaba no tener un chequeo médico de él y no saber que tipo de alimentos le podía dar. Aproveché que estoy de vacaciones y con ayuda de la municipalidad le realizamos los estudios, lo higienizamos y le brindamos un techo. La causa es mía pero la ayuda fue de toda mi familia», dijo Elías.
Elías dijo que todos los datos que Víctor le fue aportando eran verídicos y que arrastra una historia de vida muy difícil, ya que perdió a su familia y estaba completamente solo. Ahora va a tener DNI y será un ciudadano con voz y voto dijo el voluntario.
Por su parte Víctor no olvidará más el gesto que este joven tuvo con él, porque entre otras cosas, dejó de lado la soledad y pudo festejar su cumpleaños con sus afectos y también el día del amigo. «Le doy gracias a Dios por todo, a pesar de que la mayoría de mi familia falleció y quedé solo, ahora puedo festejar el cumpleaños con alguien», dijo Víctor.
«Hoy para Víctor, poder contar con una cama y una ducha es algo elemental, para nosotros muy cotidiano. De acá a un tiempo tendrá que tener la vida que nosotros tenemos porque todos merecemos las mismas oportunidades», cerró Elías.
En un país que tiene casi el 35% de personas pobres, donde la desigualdad que produce las políticas neoliberales no hace otra cosa que aumentar esa cifra, Víctor encontró un alma caritativa que cambió su vida para siempre.