Con la polémica por los arbitrajes y los vaivenes en la aplicación del VAR durante toda la Copa América en su punto máximo, la Asistencia Arbitral por Video volvió a quedar en el ojo de la tormenta en la final de la competencia.
Además, había estado en el centro de la polémica a partir de los reclamos de Argentina. Justamente en la semifinal ante Brasil en el estadio Mineirao, el juez Zambrano omitió dos penales claros (uno contra Agüero y otro a Otamendi). Y en el juego por el tercer puesto contra Chile, el árbitro Díaz de Vivar expulsó a Messi (vocero principal de las críticas) por una pelea con Medel en la que no ameritaba tarjeta roja para el argentino. Allí, la humano-tecnología tampoco corrigió. Y en la final, nada mejoró.