Afrontando el difícil día a día que atraviesa el país desde lo económico hace un tiempo, Ramoncito cuenta que noche de por medio entregan unas 120 viandas a aquellos que más lo necesitan. «Ayudamos a gente de distintos barrios, como de las 400 viviendas, de Las Delicias, del Oncativo, algunas Copitas de Leche. No se puede con todos pero un poquito a cada uno viene bien», sostiene.
Cuando se le consulta sobre si ha habido un incremento de demanda de alimentos en los últimos días, el «sí» es rotundo. «Ahora sí. Vienen niños y adultos de todos lados a anotarse y cada vez va aumentando más. Los últimos que han venido, tuve que sacar de mi comida para entregárselo a ellos. Pero yo sé que iban a comer y mi señora tuvo que hacer una sopa y eso comimos nosotros», confiesa.
Por último, afirma que lo que más les hace falta es «carne y verdura para poder hacer la comida de noche todos los días». Y no se olvida de agradecerle a los vecinos de la ciudad. «Le agradecemos a la gente de Río Cuarto porque sin ellos no podemos hacer nada, son muy solidarios», manifiesta.
A puro esfuerzo, Ramoncito le festejó los ’15’ a una joven del barrio: «Pudo cumplir su sueño y vamos a ir por más»
Su perfil de vecino que corta el césped para ayudar a los demás es más que conocido en la ciudad. Sin embargo, ese costado de ‘organizador de eventos’ no era una faceta con la que se lo asociaba demasiado a Ramoncito, hasta este sábado. Sí, este sábado, el famoso vecino de barrio Alberdi que frecuentemente realiza colectas solidarias, coronó un trabajo que vale oro. Con muchísimo esfuerzo y la ayuda de familiares, amigos y vecinos, realizó un cumpleaños para que una chica pueda festejar sus 15 años.
La celebración se llevó a cabo en un garage cerca de su casa, donde más de 70 personas fueron testigos de la felicidad de Laura, la joven que por dificultades familiares y económicas nunca se había imaginado que podía tener su fiesta de 15.
«Tratamos de ahorrar entre nosotros, nos contactamos con los hermanos de ella para hacerle la fiesta. Cada uno llevó lo que podía. Algunos llevaban pollo, otros empanadas, gaseosas, lo que podíamos juntar. Y bueno, Laura pudo cumplir su sueño, que es lo más importante», comenta Ramón Contreras con la satisfacción de haber hecho una gran acción. Y agrega: «Ella estaba en otro mundo. No entendía nada, no lo podía creer».
Como si eso fuera poco, Ramoncito avisa que van a ir por más. «Vamos a seguir ayudando a la gente y a los niños. Todo se puede. Hay que darle para adelante y luchar por ellos», señala.