El puente internacional que une las localidades fronterizas de Salvador Mazza (provincia de Salta) y San José de Pocitos (Bolivia) se encuentra cortado desde el martes por grupos sociales de ambas localidades. A éstas las une un punto en común: protestar por lo que consideran inminente y que obedecería a grandes intereses económicos de ambos lados de la frontera como es la construcción de un nuevo puente que unirá ambos países pero a unos 50 kilómetros al este del actual paso internacional, idea que los inquieta.
Según comentó el periodista de Salvador Mazza, Raúl Costes, en diálogo con Telediario Federal, «el puente tiene más de 40 años y, en sus bases ya está un poco deteriorado, por lo que se recomendó reparación».
Ante esta situación, los pobladores están preocupados porque las localidades se podrían convertir en pueblos fantasmas ya que allí se vive prácticamente del movimiento de los camiones que circulan.