Los electrodependientes atravesaron una situación dramática a raíz del apagón masivo que se produjo prácticamente en todo el país. Alrededor de 10 mil personas cuyas vidas dependen del suministro de energía se vieron afectadas este domingo.
Un caso en Río Cuarto fue el de Bruno, un joven electrodependiente de 20 años, cuya situación es extrema. «Saber de las condiciones de mi hijo hace que tengamos previsto situaciones parecidas con anterioridad», explica Franco Correa, padre del joven.
«Tenemos baterías y grupo electrógeno pero cuando llamábamos a EPEC no nos sabían decir cuándo se iba a restituir el servicio. Escapaba a lo que ellos podían manejar. Nosotros estábamos realmente preocupados porque el hecho de no tener combustible nos generaba incertidumbre sobre cuándo iba a volver la luz y hasta dónde iba a durar lo que nosotros teníamos», relata con angustia. Y enfatiza: «Fue un gran susto cuando pasaba el tiempo y no volvía la energía».
Si bien no fue necesario trasladar a Bruno a ningún centro de salud, en la familia reinó la preocupación por temor a que fallen las baterías y grupo electrógeno de la casa.