Si bien es cierto que el tema todavía no está cerrado, los dirigentes de los clubes que juegan en la Superliga definieron que desde la próxima temporada no se utilice el sistema de promedios para determinar quiénes pierden la categoría. El próximo paso es meramente burocrático: que la medida pase por Comité y tome carácter formal. Esta decisión se suma a lo que ya ocurrió con las categorías del ascenso, donde hace meses se confirmó la eliminación de los promedios.
Ahora, el problema será cómo se implementará el cambio en el próximo certamen, ya que apenas se jugarán 23 partidos. Sería un plazo muy corto para determinar los descensos.
Cabe recordar que en Argentina, los promedios se implementaron por primera vez en 1957, y no en 1938, como se cree erróneamente. Aquella vez se sumaron los puntos de la temporada 1956 y 1957 y se dividían por dos (por torneo en vez de por partidos jugados), que determinó que Ferro descendiera.
En 1958 se agregó un año más y se dividió por tres, y Tigre tuvo que irse de Primera (también había salido último en la tabla de posiciones). Esto duró hasta 1963 y quienes se fueron a la B fueron Central Córdoba (1959), Newell’s (1960), Lanús y Los Andes (1961) y Ferro y Quilmes (1962), hasta que en 1963 se suspendió la medida.
Pero 20 años más tarde (en el Metropolitano 1983)se retomaron los promedios como forma de determinar qué equipos perderían la categoría, sistema que ya se cortó en el ascenso y que, tras la reunión entre los dirigentes de la Superliga, también se terminaría esta temporada en la máxima categoría del fútbol argentino.