River Plate obtuvo la Recopa Sudamericana 2019 al vencer en tiempo de descuento a Athlético Paranaense, en el estadio Monumentaol, por 3 a 0, revirtiendo el 0-1 sufrido en el partido de ida en Brasil.
Los riverplatenses se imponían por 1 a 0 con un gol de rebote de un penal convertido por Ignacio Fernández a los 19 minutos y cuando el partido se iba irremediablemente al alargue, en el primer minuto de descuento Lucas Pratto, el que convierte en los partidos más importantes, marcó el segundo tanto que le daba el título a los «millonarios», y apenas tres más tarde el ingresado Matías Suárez señaló el tercero eludiendo a Santos.
Claro que River tuvo que esperar hasta ese instante postrero porque desde el arranque el partido comenzó trabado, con pocos espacios, y la única jugada de riesgo fue un remate de Wellington desviado.
Después de los 10.minutos iniciales River pudo tener más la pelota, con buena distribución en la generación de juego por parte de Leonardo Ponzio y la movilidad de Ignacio Fernández en tres cuartos de cancha. Tuvo una muy clara a los 13 minutos con un derechazo de Ignacio Fernández que dio en el palo izquierdo de Santos.
Y después lo tuvo tres veces Lucas Pratto, con un disparo bajo, un cabezazo y un envío desde la derecha al primer palo de Santos, todas resueltas por el arquero.
Con el correr de los minutos el dominio de River fue más evidente, y se acercó con un buen remate de Exequiel Palacios apenas elevado y un disparo cruzado de Rafael Santos Borré que atajó Santos abajo.
A esa altura Athletico Paranaense apostó decididamente al contraataque bien manejado por Luis González, quien generó el poco juego de su equipo y además tuvo una muy clara a los 32 con un remate desde el área chica que sacó Franco Armani de gran forma.
Después bajó el ritmo que le había imprimido River al desarrollo y el cuarto de hora final le dio cierto respiro a los visitantes, ya que la presión cedió y no volvería hasta el cuarto de hora del segundo período.
Recién en ese momento el «millonario» volvió por sus fueros, metiendo a los brasileños contra su área llegando por los costados con las muy buenas tareas de Gonzalo Montiel por derecha y Fabricio Angileri por izquierda.
Y cuando el reloj iba a pisar los 20 minutos, una «corajeada» de las tantas que exhibió Javier Pinola terminó con un remate corto del calvo defensor riverpĺatense que dio en la mano del ex «millonario» ‘Lucho’ González, lo que obligó al árbitro chileno Roberto Tobar a recurrir al VAR antes de sancionar el penal que en primera instancia le desvió el remate a Ignacio Fernández, pero el balón rebotó en el palo izquierdo y «Nacho» pudo anotar.
Para sancionar esa pena Tobar primero conversó con su asistente dos, Claudio Ríos, y luego se acercó a la cabina del VAR ubicada del lado contrario a los bancos de suplentes.
A partir de allí y empujado permanentemente por su parcialidad, que colmó el Monumental como en las grandes noches, River siguió machacando sobre el área brasileña, pero entre Santos y alguna ineficacia en la última en la última puntada le impidieron llegar al segundo tanto que largamente merecía.
Pero cuando parecía que River se encaminada al segundo, el conjunto brasileño logró salir del asedio y en su primera excursión en campo rival obligó nuevamente a lucirse a Armani tras un remate de Renan Lodi que se metía pegada al palo izquierdo.
Al igual que en el primer tiempo una aparición de Armani envalentonó al equipo visitante que emparejó el trámite y a los 43 minutos volvió a tener una situación de riesgo que no pudo resolver el ingresado Leo Cittadini.
El partido se iba al alargue pero una gran jugada del cordobés Suárez por izquierda lo encontró a Pratto por el medio, que la bajó con calidad y definió ante la salida de Santos.
Lo que pasó después es todo memoria emotiva para River, porque el «Oso» repitió el festejo de Madrid con los brazos cruzados para volver a darle un título a este equipo histórico.
El gol de Suárez también con similitudes al de Gonzalo Martínez en Madrid (hoy la camiseta 10 fue de «Nacho» Fernández) fue el cierre ideal para una nueva conquista del River de Gallardo, al que para ganarle hay que noquear para que no noquée él. Y ya van 10 títulos como entrenador de River, nada menos.l.