Jorge Manchado es un vecino de la ciudad que hace siete años padece obesidad, lo cual le impide llevar una vida cotidiana saludable. «Tengo ganas de vivir, de ver crecer a mis hijos pero así no voy a llegar porque hago dos pasos y me quedo sin aire», cuenta con angustia. Y agrega con desesperación: «He pedido ayuda en todos lados. Necesito que alguien haga algo, que me internen pero a nadie le importa nada».
Por otro lado, el hombre de tan sólo 37 años señala que en el hospital no hay sillas de ruedas para personas como él ya que todas son para personas delgadas. Y por último, Manchado dice que casos como el suyo hay muchos pero considera que tienen vergüenza de salir porque son discriminados en todos lados.