Los almacenes fueron los más afectados por esa baja, con 10% de caída en las ventas.
El impacto del alto índice de inflación de marzo no tardó en reflejarse en las góndolas: las ventas en los supermercados, autoservicios y almacenes, en ese lapso, se desplomó 8,7% respecto del mismo período del año pasado. Y acumula una merma de 7,3% en lo que va del año.
Los datos, recabados por la consultora especializada Scentia muestran que la caída, no sólo es la mayor en lo que va del año sino también que es el mes que muestra la caída mas significativa desde el 2003.
Como atenuante, Osvaldo del Rio, director de la consultora, explica que la merma es más importante porque la base de comparación del año pasado había sido alta. Es decir, los datos fueron positivos. Pero además, porque en marzo de este año, no hubo Pascuas, festividad que suele impulsar en buena medida las ventas.
El deterioro del consumo masivo, el mes pasado, se dio más fuerte en el canal tradicional, como los almacenes, autoservicios chinos, donde el volumen cayó 10%. En las grandes cadenas, en cambio, donde la gente utiliza más la tarjeta de crédito para aprovechar los descuentos, las menores ventas promediaron el 7,2%.