La jueza de Control de Río Cuarto, Luciana Natalia Alba, confirmó la resolución del fiscal Javier Di Santo y dictó el sobreseimiento de Jorge Ariel Gauna (46), declarado inimputable tras matar a su hijo, Jonathan Emanuel Gauna, de 26 años, en una vivienda de Estrada Norte al 450, en el barrio San Antonio de Padua.
Di Santo resolvió tras obtener los informes psiquiátricos, que apuntaron a la inimputabilidad de Gauna debido a su adicción a las drogas.
El licenciado Amado Pauletti (Mat. 2154), director de la Clínica de la Familia y ex perito judicial, afirmó en diálogo con Telediario que «es entendible el dolor de las familias y las víctimas, pero en estos casos se habla de una persona enferma»
«El impacto de las drogas sobre la salud de las personas puede ser muy grave. Genera deterioro cognitivo y neurológico y lleva a la persona a un nivel que no puede comprender los actos que realizan», enfatizó.
Agregó que «esto sucede cuando hay un consumo crónico de la sustancia». «Depende de la situación, el uso y las condiciones neurológicas para que una persona pueda cometer actos en contra de si mismo ó contra terceros», enfatizó.
«En determinadas situaciones puede ser inimputable una persona cuando no comprende sus actos y está comprometido su juicio», precisó.
Adicto
Gauna tiene 46 años, es pintor de obra y vivía en la casa donde se produjo el crimen. No sabe leer ni escribir, pero si firmar. Por las changas, ganaba “entre mil y dos mil pesos por jornada”. Según reconoció ante el fiscal, consume «alcohol a veces y cocaína todos los días».
Tras una orden judicial, estuvo internado por sus problemas de consumo pero no pudo recuperarse. Es adicto desde los 20 años, tiene problemas en los pulmones y entre un 80% – 90% de invalidez. Además, fue condenado por abuso sexual tras una denuncia de su esposa y recibió ocho años de prisión.
La pericia psiquiátrica y psicológica determinó que el homicida “presentaba en aquel momento factores de orden psicopatológico que determinaran un estado de riesgo cierto e inminente para sí y para terceros, reuniendo más bien criterios de internación”.
Los especialistas resolvieron la internación en el Hospital Aurelio Crespo de Cruz del Eje y tras una segunda entrevista, los peritos consideraron que “Gauna no posee conciencia ni comprensión del sentido y objetivo de sus actos ni de la situación en la que se encuentra inmerso”. Añadieron que “en el momento de la entrevista el entrevistado se encontraba desorientado en tiempo y espacio, hipoprosexia (atención disminuida), amnesia en relación a acontecimiento ocurridos en el pasado aplanamiento afectivo, discurso enlentecido con escaso contenido idéico, juicio crítico desviado, sin conciencia de enfermedad ni de situación”.
“Por todo lo expuesto, se podía inferir que el entrevistado presentaba un deterioro neurocognitivo de relevante gravedad y consumo abusivo de sustancias adictivas de larga data que le impidió comprender sus actos y dirigir sus acciones, al momento del hecho en particular investigado”, enfatizaron.
El hecho
Según surge de la investigación judicial, a las 18 horas del 23 noviembre del 2018, Jorge Ariel Gauna y su hijo Jonathan Emanuel Gauna se encontraban en una de las habitaciones en la vivienda de Estrada Norte N° 450. “Tras suscitarse una discusión entre ambos, motivada aparentemente por conflictos de larga data, el padre tomó una cuchilla de gran tamaño que habría tenido resguardada debajo del colchón de la cama, con la intención de acabar con la vida de su hijo”. Jorge Gauna le habría asestado a Jonathan Emanuel Gauna una puñalada en la parte inferior de la tetilla izquierda, ocasionándole la muerte por “shock hipovolémico”
Testigo
La mamá de la víctima dijo que sospechaba que su ex pareja había sido el autor del hecho, “no sólo porque tenía problemas con su hijo, sino también porque era una persona muy violenta y agresiva”.
Por su parte, Florencia Gisela Gauna recordó que el día del crimen se condujo “hacia el dormitorio de su hermano y su padre”. “Ni bien ingresó a la misma se encontró con Jonathan yaciendo en el piso con restos de sangre en su pecho y a su padre parado junto a él, entre las dos camas y la mesa de luz”, precisó el fiscal.