28 mil quioscos cerraron en todo el país durante los últimos tres años

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Los incrementos masivos en las boletas de luz, el costo de los alquileres y la baja en el consumo son los principales problemas que afectan a estos comercios.

Unos 28 mil quioscos cerraron en todo el país durante los últimos tres años y se estima que para junio próximo otros 5.000 bajen sus persianas en Capital Federal y los principales centros urbanos de la provincia de Buenos Aires, advirtió el presidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), Adrián Palacios.
Los incrementos masivos en las boletas de luz, el costo de los alquileres y la baja en el consumo son los principales problemas que afectan a estos comercios.
Palacios sostuvo que «por día en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires están cerrando entre cinco y seis quioscos, según los relevamientos» que reciben.
«Un comerciante pagó de luz 8.000 pesos en enero, 23.000 en febrero y en marzo 27.000, tal fue el caso de dos comerciantes de Balvanera y de Caballito. Si a eso le sumamos que un alquiler sale entre 30 mil y 45 mil pesos, hablamos de más de 70 mil pesos de gastos por el solo hecho de levantar la persiana para atender. Eso no lo puede seguir manteniendo ni un quiosquero ni cualquier otro comerciante», remarcó el titular de la UKRA.
Palacios estimó que a esos 28 mil negocios cerrados, «se sumarían 5.000 negocios más para junio, según una proyección realizada solo en Capital Federal y en los principales centros urbanos de la Provincia».
A estos problemas se agrega una baja en la ganancia por el consumo de productos, ya que según Palacios, «la gente al tener que pagar más de los servicios y transportes, se les hace difícil poder comprar algo para consumir en los quioscos».
«Por ejemplo, en Catamarca, la factura de luz en un quiosco está viniendo con valores que van desde los 12 mil a los 17 mil pesos, cuando el salario de un trabajador municipal es de 15 mil y ellos pagan de luz en sus casas unos 8.000 pesos», precisó el presidente de UKRA.
Ante esta crisis económica que vive tanto éste como otros rubros, los quiosqueros decidieron apostar a la venta de «productos de segundas y terceras marcas en más cantidad que antes y es lo que más se vende».
«En bebidas, lo que más sale es Manaos, cuando antes no estaba ni previsto que un quiosquero compre estas marcas, ya que solo había primeras líneas y se vendían sin problemas. También se vende Cunnington, Secco, Neuss. Y lo mismo pasa con los helados. Ahora nos juntamos con las marcas de segunda categoría para lograr acuerdos y venderlas como alternativa a las marcas más conocidas a partir de agosto, porque la crisis va a seguir», señaló.
Explicó además que más allá que no dejan demasiada ganancia, la gente apuesta «por marcas de segundas líneas en cigarrillos». Y consideró: «En época de crisis económica los nervios llevan al vicio de consumir tabaco».
«Ahora los que más se venden en el rubro cigarrillos son Red Point, Melbourne, Rodeo y el papelillo y tabaco suelto para que la gente arme sus propios cigarrillos», indicó.

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