Los incrementos masivos en las boletas de luz, el costo de los alquileres y la baja en el consumo son los principales problemas que afectan a estos comercios.
Unos 28 mil quioscos cerraron en todo el país durante los últimos tres años y se estima que para junio próximo otros 5.000 bajen sus persianas en Capital Federal y los principales centros urbanos de la provincia de Buenos Aires, según advirtió el presidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA), Adrián Palacios.
Los comerciantes locales tienen la misma percepción y dicen que en Río Cuarto «se han cerrado negocios de muchos años y se han abierto locales muy chicos de gente que ha quedado desocupada, cobró una pequeña indemnización y que ven si se pueden salvar ya que no consiguen trabajo».
Además, advierten que hay una actualización mensual de los precios de los productos cuando antes sucedía tres o cuatro veces al año. «El consumo ha mermado mucho. Sube la nafta, sube el dólar, sube la mercadería. Automáticamente es así. Lo que tratamos de hacer es buscar la mercadería de mejor calidad y más económica», afirman los vendedores y manifiestan que ya no se llega a cubrir los gastos. «Terminamos cerrando porque si no, nos endeudamos más», comentan angustiados.