Desde la medianoche de este domingo YPF se sumó a la ola de aumentos que no dan tregua al bolsillo de los argentinos.
El aumento de la petrolera estatal fue de un 4,55% para las naftas y 4,89% para el gasoil, como consecuencia del aumento en el Impuesto a los Combustibles Líquidos, el tipo de cambio y las variaciones en el precio del Brent.
Con este incremento, YPF se sumó al incremento dispuesto por la empresa Raizen, operadora de la marca Shell en la Argentina, que decidió aumentos del 9,5% al argumentar los mismos motivos de costos.
En las próximas horas el resto de las petroleras como Axion, Puma, Gulf o Dapsa también subirán sus precios.
Desde la petrolera nacional se informó que a pesar de los incrementos y en un mercado en competencia, «los precios de YPF se siguen ubicando entre los más bajos de la región».
Como ocurrió en otras oportunidades, el mayor incremento porcentual en los precios del gasoil tiene que ver con el componente importado de este combustible en el abastecimiento de la demanda local, ya que la Argentina es deficitario en ese segmento.
La razón de esa política de precios responde a la necesidad de «atenuar el impacto de los aumentos en el consumo de naftas y gasoil» en un mercado que sufrió una baja de la demanda del -6,3% durante el último semestre.