Se trata del noveno acto de protesta de los chalecos amarillos. Las fuerzas de seguridad han desplegado a 80.000 efectivos para evitar incidentes mayores. Sin embargo, la policía ha utilizado gases lacrimógenos para dispersar a grupos de manifestantes en la zona del Arco de Triunfo.
Precisamente, la policía es objeto de la ira de los manifestantes por los incidentes violentos registrados desde el inicio de las movilizaciones.
«Esperamos medidas concretas, los anuncios de Macron son migajas que pagan los contribuyentes. Nos pide hacer esfuerzos, pero son ellos los que deben hacerlos. Hay demasiados abusos y privilegios entre los políticos», dicen los manifestantes.
A tres días para que comience el gran debate nacional planteado por el presidente Macron como una oportunidad para conocer la opinión de los franceses sobre la situación del país, el descontento con su gestión persiste.
Cabe señalar que desde el inicio de las protestas de los chalecos amarillos diez personas han muerto en diversos incidentes.