María Laura Heredia, es vecina del barrio Casasnovas de nuestra ciudad. De pequeña sufrió quemaduras de consideración en su rostro y parte de su cuerpo. Actualmente, está desempleada y no sólo debe buscar a diario un empleo que le permita ayudar a su marido que es remisero, sino que sufre discriminación en los lugares a donde se presenta buscando una oportunidad laboral.
«Me cierran las puertas y me da bronca. Me dicen que con la cara que tengo que vaya a un zoológico a buscar trabajo y eso lastima. Yo los perdono, se encargará Dios de juzgarlos. Discriminan a las personas por cualquier defecto físico», dijo Laura.
Laura, tiene estudios secundarios y su familia está conformada por cuatro hijos menores de edad, a quienes mantienen con el trabajo de su pareja.