Un grito de campeón al cielo. Eso fue lo que se escuchó en Melbourne en la mañana de este domingo. El serbio le dio una paliza a Rafael Nadal en 2 horas y 4 minutos en la final del primer Grand Slam del año. Nole se impuso en sets corridos por 6-3, 6-2 y 6-3 y logró coronarse en el Abierto de Australia por séptima vez en su carrera.
Pocas veces se ha visto así al español en una final. Nadal cedió 13 de los primeros 14 puntos del partido y no entró nunca el ritmo del partido que siempre lo marcó Djokovic. Tras haber tenido 2 días de descanso entre las semifinales y la final, los nervios se notaron más en el N° 2 del mundo.
Cabe señalar que Djokovic había ganado los últimos 7 partidos entre ambos sobre cemento y seguramente haya sido una carga desde lo mental para el pupilo de Carlos Moyá.
Nole, 31 años, aumenta su domino ante uno de los dos máximos rivales del circuito (está 28 a 25 sobre Nadal) y ahora es más número 1 del mundo que nunca.