Leandro Romagnoli, el último gran ídolo de San Lorenzo, tuvo en la tarde del sábado su partido despedida. En el Nuevo Gasómetro se vivió una fiesta muy emotiva que contó con la presencia de familiares, amigos, jugadores, actores, viejas glorias del club y miles de hinchas azulgranas agradecidos.
El partido, como sucede en estos casos, fue la excusa para que el Pipi, actual manager del club, sintiera todo el cariño por parte de la gente de San Lorenzo, equipo en el que debutó en 1998 de la mano de Oscar Ruggeri.
«San Lorenzo es mi casa, mi familia. Esto no es un adiós sino el comienzo de una nueva etapa. Gracias por bancarme siempre», dijo el ídolo. Y sin poder contener las lágrimas, expresó: «Estoy muy agradecido porque me han tratado de maravillas, me han bancado siempre, en las buenas y en las malas. Todo ese respaldo me hizo resolver las cosas de la mejor manera y eso es impagable. El agradecido soy yo».
Además del protagonista de la fiesta, hubo ovaciones para Bauza, Ortigoza, Mercier, Piatti, Bergessio, Torrico y Villalba (recientemente campeón de la MLS con el Atlanta United), quienes generaron una explosión en la gente.
El Pipi Romagnoli es el jugador más ganador de la historia profesional de San Lorenzo, con 6 títulos: Clausura 2001, Mercosur 01, Sudamericana 02, Inicial 2013, Libertadores 2014 y Supercopa Argentina 2016.