Al menos 80 personas resultaron heridas y 224 personas fueron arrestadas en París durante las violentas protestas que han sacudido a la capital francesa este sábado, lo que constituye el día más conflictivo desde el inicio de los reclamos de los ‘chalecos amarillos’. Grupos de ‘alborotadores’ infiltrados entre los manifestantes legítimos, según el Ministerio del Interior francés, quemaron vehículos y negocios, y forzaron enfrentamientos contra la Policía.
Entre los heridos hay 16 policías, según el primer ministro francés, Edouard Philippe. «Estamos comprometidos con el diálogo, pero también con el respeto a la ley. Estoy francamente sorprendido por estos ataques a los símbolos de Francia», señaló.
Con el presidente Emmanuel Macron en Buenos Aires por la cumbre del G20, Phillip condenó la violencia «rara vez vista» contra las fuerzas de seguridad y la vandalización de algunos de los monumentos más venerados del país.
Tal como sucedió la semana pasada, los manifestantes acabaron convergiendo en los Campos Elíseos y hasta bajo del Arco del Triunfo al grito de «¡Macron dimisión!», antes de que la Policía usara gases lacrimógenos y cañones de agua.
A todo esto se suman otras dos protestas adicionales convocadas hoy en París: una de los sindicatos contra el desempleo, y otra de movimientos contra el racismo.