Clientes desbordaron el local de Batistella en busca de saldos, tras la confirmación oficial de que el comercio cierra definitivamente después de 48 años de vínculo con la ciudad. De los tres empleados, dos serán despedidos y solo uno será trasladado a otra sucursal.
La crisis económica se profundizó en los últimos tres años y derivó en el peor final.
Las clientas lamentaron el abrupto cierre y resaltaron que «es una mezcla de sensaciones». «Venir en busca de ofertas no resulta muy cómodo porque aquí hay chicos que se quedaran sin trabajo y en estos tiempos es difícil conseguir empleo nuevamente», afirmó una de ellas.