León Gieco recibirá el título de Doctor Honoris Causa de la UNRC

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PRENSA UNRC – El reconocido músico y cantautor argentino Raúl Alberto Antonio “León” Gieco será investido con el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
El Consejo Superior de esta casa de estudios aprobó otorgarle la más alta distinción institucional al artista, cuya dilatada, comprometida y prolífica trayectoria profesional lo convirtió en un ícono cultural, no solo de Argentina sino de toda esta región continental.
La propuesta para investir a Gieco con el título de Doctor Honoris Causa de la UNRC fue presentada en el cuerpo colegiado hace poco más de un mes junto con la del reconocido dirigente nodocente local y titular de la Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales (FATUN), Nelso Farina, que fue aprobada hace una semana atrás por el órgano de conducción.
Una comisión ad hoc, integrada por los consejeros superiores Guillermo Bernardes, Bibiana Pelliza y Agustina Navazzotti, a quienes se sumaron como representantes de la comunidad universitaria el titular del Departamento de Arte y Cultura de la UNRC, Enrique Alcoba, y la coordinadora del Observatorio de Derechos Humanos, Mirta Aromataris, estudió la iniciativa y sugirió al Consejo Superior que apruebe la titulación honorífica para León Gieco.
La comisión entendió que el músico “ha dado muestras de ser un autor comprometido con su pueblo, reflejando en las letras de sus canciones, como en sus acciones, las desigualdades sociales, la destrucción del planeta, el autoritarismo, los atropellos a la institucionalidad democrática y los problemas que aquejan al mundo”.
También, consideró que las actividades desarrolladas por León Gieco “han tenido y siguen teniendo un fuerte reconocimiento por parte de distintos organismos nacionales e internacionales”.

Una vida de lucha

León Gieco nació el 20 de noviembre de 1951 en una chacra del norte santafesino, donde conoció tempranamente el rigor del trabajo cuando apenas despuntaba sus inocentes ocho años de edad.
Con sus jóvenes 18 años y con poco más que su guitarra al hombro, León Gieco desembarcó por primera vez en Buenos Aires en 1969.
Su talento, le abrió un camino a través del mundo de la música que lo llevaría a compartir escenario con artistas inolvidables de la talla de Charly García, Lito Nebbia, David Lebón y Mercedes Sosa, para citar algunos.
En 1973, León Gieco lanzó su primer álbum y en él, a través de la canción “Hombres de hierro”, ya dejaba en claro su posicionamiento y compromiso con la historia y el pueblo. La letra rescata las sensaciones de “El Cordobazo”.
Gieco sufrió en carne propia las censuras del “Proceso de Reorganización Nacional”. Tuvo que cambiar, por aquel entonces, las letras de seis canciones y eliminar otras tres de su álbum “El fantasma de Canterville” por amenazas y persecución. Ya se había convertido en un artista importante y escuchado por las masas. Un “peligro” para la dictadura de turno.
Su amplio repertorio y canciones inmortales, como “Solo le pido a Dios”, echaron luz sobre un momento oscuro del país, que lo eyectó al exilio junto a otros artistas nacionales reconocidos, como Mercedes Sosa. Pero también reivindicaron luchas, como la de Madres de Plaza de Mayo o sobre el conflicto bélico con Chile, que a nada estuvo de explotar.
Sin embargo, el compromiso de León Gieco no concluyó con la dictadura. También denunció las injusticias y abusos de gobiernos democráticos. Así lo hizo con las reformas neoliberales y la “destrucción del Estado argentino” durante el gobierno menemista, subraya la iniciativa.

Derechos Humanos

La consejera superior estudiantil Agustina Navazzotti, quien integró la comisión ad hoc que analizó la propuesta para distinguir a León Gieco como Doctor Honoris Causa de la Universidad, destacó la trayectoria del autor y su lucha por los derechos humanos, lo que se ve reflejado en las letras de sus canciones.
La consejera también rescató el empeño del artista por promover la igualdad y la integración de las personas con discapacidad.
Además, León Gieco adaptó sus canciones a todos los géneros musicales de la Argentina, remarcó Navazzotti.
“Es una inspiración para los jóvenes”, enfatizó la consejera estudiantil.

Un proyecto sin antecedentes

Por su parte, el consejero superior docente Claudio Demo subrayó la “actitud ética” del artista, y ponderó su obra “De Ushuaia a la Quiaca”, un proyecto que no registra antecedentes en la historia de la música argentina. En total fueron 450 conciertos recorriendo cada provincia argentina, lo que dio fruto a este legado cultural.
Demo resaltó asimismo las convicciones del músico y sus aportes para rescatar la diversidad cultural argentina.
Además, el docente recordó el compromiso del artista cuando recorrió Europa denunciado las desapariciones de personas durante la dictadura en Argentina.
Dijo Demo: “Es un orgullo otorgarle este reconocimiento a León Gieco”.

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