El interbloque Cambiemos sorteó con éxito una sesión accidentada que peligró durante la tarde y logró aprobar en la Cámara de Diputados el Presupuesto 2019 con 138 votos positivos, 103 negativos y 8 abstenciones. La clave fue el apoyo de buena parte del interbloque peronista Argentina Federal, en línea con los gobernadores del PJ que firmaron el Consenso Fiscal 2018.
El proyecto obtuvo luz verde al cabo de una sesión de 18 horas, que se inició con homenajes y cuestiones de privilegio y continuó con una fuerte pelea entre las bancas, que obligó a Emilio Monzó a intentar armonizar con diputados de la oposición que denunciaron represión en las afueras del Congreso, en un “dejavú” de la violenta jornada por la reforma previsional.
Desde el Frente para la Victoria-PJ, la izquierda y el Movimiento Evita reclamaron a los gritos levantar la sesión y Monzó dispuso cuarto intermedio en dos oportunidades para evitar el fracaso. La segunda vez, los jefes de bloque se reunieron con el ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, y su segundo, Marcelo D’Alessandro, quienes garantizaron el cese del conflicto.
Se llegó al número gracias a la presencia clave de 13 diputados de Argentina Federal; el bloque Evolución Radical de Martín Lousteau; tres monobloques; y Unidad Justicialista, el espacio que responde a los hermanos Rodríguez Saá. Alberto, gobernador de San Luis, dijo estar “decepcionado” con sus legisladores.
El oficialismo respiró aliviado, pero la tranquilidad no duró mucho tiempo. Cuando hablaba el tercer orador -el radical Luis Pastori-, un grupo de diputados se acercó al estrado presidencial y se produjo un desorden generalizado. El momento de mayor tensión fue protagonizado por el jefe del bloque Pro, Nicolás Massot, quien se enfrentó con el kirchnerista Leopoldo Moreau, en un pasaje que casi rozó la violencia física.
El ajuste que viene
Déficit cero»: La meta sólo contempla el déficit primario, sin tener en cuenta el pago de intereses de deuda, que se incrementan cerca del 50 por ciento.
Ajuste: El gasto total supone un aumento nominal del 27,4 por ciento con relación a 2018. En términos reales (tomando en cuenta la inflación proyectada), el gasto primario se habrá contraído un 13 por ciento, con una caída del 11 por ciento de los gastos corrientes y de 42 por ciento de los gastos de capital.
El gasto primario crecerá nominalmente un ritmo del 24 por ciento en 2019, y los recursos sociales se expandirán un 32 por ciento.
La reducción del gasto será del 6 por ciento en servicios sociales; del 23 por ciento en educación y cultura; del 48 por ciento en vivienda y urbanismo; del 20 por ciento en promoción y asistencia social; del 8 por ciento en salud; del 17 por ciento en ciencia y técnica; y del 20 por ciento en agua potable y alcantarillado.
Recesión: el proyecto anticipa un escenario de caída de 0,5 por ciento en la actividad económica en 2019 y una baja del 2,4 por ciento para este año.
Dólar: 40,10 pesos promedio para 2019; 44,30 en 2020; 48,20 en 2021; y 50,5 en 2022.
Inflación: 23 por ciento al final del período 2019 y un promedio de incremento de precios del 34,8 por ciento. En 2018, se calcula un 32,7 por ciento.
Consumo: Se prevé una caída del 1,6 por ciento en el consumo privado y una baja del 9,7 por ciento en la inversión.
Deuda: La deuda pública a fin de año representará el 87 por ciento del PBI, con un stock de 315.698 millones de dólares. Las necesidades de financiamiento para 2019 llegarán a 38.900 millones de dólares: 2.500 millones nueva deuda, 20.100 millones se refinanciarán; 11.700 millones del acuerdo con el FMI y otros 4.600 millones de organismos internacionales.
Recaudación: La recaudación de impuestos nacionales y de contribuciones de la seguridad social crecerá 38,9 por ciento, al superar los 4.829 billones de pesos.
Retenciones: Reducción del 33 al 30 por ciento del tope de derechos de exportación a la soja; se mantiene el 12 por ciento para el resto de los productos. El plazo se mantiene hasta el 31 de diciembre del 2020.
Fondo Sojero: Se incorpora un «fondo compensador» a municipios por la quita de subsidios al transporte urbano de pasajeros: 6.500 millones de pesos adicionales para amortiguar parcialmente el traspaso de la política de subsidios a las jurisdicciones locales, tras la quita de recursos por 43.000 millones de pesos.
Fuente: Página 12 y Parlamentario
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