La zona del centro porteño se veía afectada desde temprano este miércoles por los cortes, marchas, acampes y ollas populares que realizaban organizaciones sociales, partidos de izquierda y el kirchnerismo, en rechazo al tratamiento del presupuesto 2019 que se debatirá hoy en la Cámara de Diputados.
En los alrededores del Congreso, los cortes de algunas calles aledañas comenzaron desde la medianoche con un grupo de personas que se apostó en el lugar para pasar la noche en carpas, pese a que el debate comenzará pasadas las 11.
Con apoyo de diputados peronistas que actuarán en nombre de sus gobernadores, el interbloque Cambiemos buscará aprobar este miércoles el tercer Presupuesto de la gestión de Mauricio Macri, signado por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y por la obsesión del Gobierno de alcanzar el déficit primario cero.
El texto del Poder Ejecutivo, que sufrió numerosas modificaciones en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, será tratado desde las 11 en el recinto de la Cámara de Diputados, donde se prevé un debate de alrededor de 16 horas. Puertas afuera, habrá fuertes movilizaciones de organizaciones sindicales y sociales para rechazar la norma.
Cambiemos lograría aprobar y girar al Senado la “ley de leyes” con respaldo de alrededor de 21 de los 33 integrantes del interbloque Argentina Federal. Son los legisladores que responden a los gobernadores peronistas que suscribieron la adenda al Consenso Fiscal, con el fin de flexibilizar el esfuerzo fiscal al que se habían comprometido para los próximos años.
También votarían a favor los tres diputados del bloque Evolución Radical, de Martín Lousteau; parte del Frente Cívico por Santiago del Estero; y monobloquistas como la cordobesa Adriana Nazario y la neuquina Alma “Chani” Sapag. Con ese nivel de adhesiones y los 107 propios, el oficialismo se garantizaría la media sanción.
Los votos en contra vendrán del Frente Renovador, el Frente para la Victoria-PJ, la izquierda, los puntanos de Unidad Justicialista y el flamante interbloque Red por Argentina, liderado por Felipe Solá. También rechazará el santafesino Luis Contigiani (Frente Progresista Cívico y Social).
El Presupuesto prevé para 2019 una inflación interanual del 23% al mes de diciembre; un dólar promedio a 40,10 pesos; una caída del 0,5% del PBI; y un crecimiento de las exportaciones del 21% interanual. El Ejecutivo además transferirá a las provincias el costo de los subsidios al transporte y de la tarifa eléctrica diferencial.
En paralelo se debatirán otras cuatro reformas que forman parte del paquete económico: la suba de la alícuota de Bienes Personales; el revalúo de balances por inflación; la adenda al Consenso Fiscal; y la creación de un monotributo especial para pequeños productores cañeros y tabacaleros.
Los cambios al Presupuesto
Tras intensas negociaciones encabezadas por el ministro Guillermo Dietrich, se creará en el Presupuesto un fondo compensatorio de 6.500 millones de pesos para las provincias por el traspaso de los subsidios al transporte. La decisión se tomó a partir de los planteos de intendentes de Cambiemos en provincias con gestión peronista.
Según el artículo incorporado, los criterios de asignación y distribución estarán a cargo del Ministerio de Transporte, y habrá “un mecanismo automático por 5.000 millones de pesos y un mecanismo compensatorio de otros 1.500 millones de pesos”.
Además, se eliminó el polémico artículo 53 del proyecto original, que habilitaba al Poder Ejecutivo a reestructurar deuda pública según las “condiciones imperantes del mercado financiero”. Se mantendrá el artículo 65 actualmente vigente de la Ley de Administración Financiera, que determina que para realizar estas operaciones debe haber un mejoramiento de los montos, de los plazos o de los intereses.
El Presupuesto contendrá además, por primera vez, la exención del impuesto interno a las bebidas espumantes. Fue un cambio impulsado por el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, diputados de esa provincia y el jefe del bloque de senadores justicialistas, Miguel Pichetto.
En otro orden, se mantendrá en el 30% el tope a las retenciones a la soja -el proyecto del Ejecutivo proponía llevarlo al 33%-.
Se incorporará un refuerzo de 500 millones de pesos para el INTA, y se aumentarán en 500 millones de pesos las partidas para el CONICET y para la Secretaría de Cultura. Habrá un incremento de 100 millones de pesos para la Sedronar y se duplicó -de 30 millones a 60 millones- la partida destinada al Plan de Lucha contra la Violencia de Género.
Originalmente se proponía que cooperativas y mutuales dedicadas a actividades financieras y de seguros paguen impuesto a las Ganancias, y se iba a evaluar una “deducción especial” para las destinadas a lo social, deportivo y cultural. Ahora se aplicará un “impuesto especial al patrimonio”, del cual quedarían exentas 1.400 de las más de 1.200 mutuales y cooperativas.
Por último, Cambiemos dio marcha atrás con el nuevo artículo 8 del Presupuesto, que otorgaba atribuciones al jefe de Gabinete para introducir ampliaciones en los créditos contemplados en la ley y “distribuirlas en la medida en que sean financiadas con incremento de fuentes de financiamiento originadas en préstamos de organismos financieros internacionales o Estados extranjeros”. La sospecha de la oposición -y también de la Coalición Cívica- era sobre la posible utilización de esos fondos para gastos corrientes.
Antes de la firma del dictamen, el oficialismo había concedido además otros cambios: aceptó suprimir el recorte en el plus que cobran jubilados, pensionados y beneficiarios de asignaciones familiares en la Patagonia; y concedió que no se eliminen exenciones en el impuesto a las Ganancias.