En este domingo, más de 147 millones de brasileños deciden quien será el próximo mandatario en una de las elecciones más polarizadas de la historia de dicho país. En un clima de tranquilidad pero de mucha incertidumbre, Jair Bolsonaro y Fernando Haddad se disputan la presidencia de la Nación en esta primera vuelta.
Las últimas encuestas de Ibope y Datafolha reafirmaron la ventaja del candidato ultraderechista Bolsonaro con un 36% de las preferencias mientras que Haddad, representante del Partido de los Trabajadores, se ubicaría en segundo lugar con el 22% de apoyo.
De esta manera, Bolsonaro y Haddad se presentan como los máximos favoritos para pasar al segundo turno del próximo 28 de octubre. Cabe decir que para resultar ganador en la primera vuelta se requiere una mayoría absoluta, es decir, el 50% más uno de los votos válidos.
Además de presidente y vicepresidente, elegirán a los 513 diputados que conforman la Cámara baja, a dos tercios de los senadores (57 sobre un total de 81), a los gobernadores de los 26 estados y del Distrito Federal y a sus respectivas legislaturas estaduales.
Llega así a su término una campaña dramática. En el medio, un juez del Supremo censuró una entrevista a Lula; Bolsonaro denunció fraude y amenazó con desconocer cualquier resultado diferente a su triunfo; su vice, el general Hamilton Mourão, habló de autogolpe; y el jefe del Ejército, Eduardo Villas Bôas, presionó en varias ocasiones con llamativas declaraciones para que la Justicia fallara contra Lula.
Cabe señalar que en Brasil el voto es obligatorio para quienes tienen entre 18 y 70 años, con una multa irrisoria para quienes se ausenten de 3.51 reales (menos de un dólar). Y es opcional para quienes tienen entre 16 y 17 años, los mayores de 70 años y analfabetos.