«Trabajamos por una Universidad abierta y activa», afirmó en conferencia de prensa el rector de la Universidad Nacional de Río Cuarto Roberto Rovere, tras el levantamiento de la toma que durante 10 días impulsaron los estudiantes.
Rovere sostuvo que «hay reclamos planteados por la asamblea que pueden ser abordados y otros que escapan a las posibilidades del Rectorado, incluso del CIN»
El titular de la Universidad dijo que aguardan la decisión de la asamblea docente que se realizará durante la mañana para conocer cómo «se irá recomponiendo la actividad académica»
Añadió que «la Universidad fue entregada en muy buenas condiciones, con todo muy limpio» y destacó que «solo hubo una rotura de un caño que se resolvió el día domingo por la mañana»
«Hubo tomas en diversas universidades, pero por nuestra característica de universidad campus se había tomado toda la actividad, incluso la administrativa. Cada una de las protestas tiene una particularidad. Nosotros estamos al día con los salarios y las becas», precisó.
Este lunes las puertas de la Universidad Nacional de Río Cuarto estarán abiertas para su normal funcionamiento, tras que durante nueve días permaneciera cerrado el campus por la toma que implementó un grupo de estudiantes, con el apoyo de graduados, docentes y algunas organizaciones de la ciudad.
Quienes llevaron adelante esta medida de fuerza, decidieron en la noche del sábado deponer su actitud y abrir la Universidad. Lo definieron en votación dividida en el marco de la asamblea que se desarrolló en el campus durante varias horas. Según se indicó, 319 asambleístas votaron a favor del levantamiento de la toma, mientras que otros 205 se inclinaron por suspenderla por unos días y retomarla luego. Finalmente, se impuso el levantamiento.
Después de casi dos horas de esta determinación, un grupo de estudiantes, en representación de los manifestantes que llevaron adelante esta medida, permitieron el ingreso de las máximas autoridades de la Universidad. La comitiva que entró al campus fue encabezada por el rector Roberto Rovere, quien estuvo acompañado por el vicerrector Jorge González.
En tal oportunidad, los estudiantes leyeron un listado de reivindicaciones. Pidieron como “asamblea social” una reunión con las autoridades rectorales de la UNRC para pedir que sesione la asamblea universitaria, con el fin de que se trate un documento para plantear rechazo a las políticas neoliberales, al accionar represivo interno de las fuerzas del Estado, la injerencia militar extranjera en territorio latinoamericano; el no pago de la deuda externa, la ruptura del acuerdo con el FMI; que se inste al Gobierno Nacional a declarar en emergencia al sistema educativo, que se exija aumento de presupuesto, para garantizar la condiciones de seguridad e integridad de los miembros de la comunidad educativa; reincorporación de cesanteados de las área educativas y de ciencia y tecnología estatales; gratuidad de las carreras de posgrado; que haya adscritos remunerados, que se efectivicen los docentes precarizados; resolución de la paritaria docente; envíos de los fondos presupuestarios subejecutados; más presupuesto para ciencia y tecnología; que se implementen prácticas sociocomunitarias en todas las carreras; que tengan representación en los órganos de gobierno los trabajadores de “economía popular”; que se exija una política de género y apoyo a la toma “como herramienta de lucha en defensa de la educación pública”, además de que se pida la renuncia del ministro de Educación de la Nación.
Finalizada la lectura de este documento, tuvo lugar el denominado “acto de restitución”, con una entrega simbólica de las llaves a las autoridades de la institución, que recorrieron algunos metros del campus, en compañía de los manifestantes.