En medio de la negociación entre el Gobierno nacional y las petroleras para extender el congelamiento de precios de las naftas y el gasoil, la AFIP oficializó la suba de 6,5% del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, según informa el sitio Ambito. com.
La norma es explícita en que se debe tomar los índices de enero, febrero y marzo, que marcaron 1,8%, 2,4% y 2,3%, respectivamente, y acumularon 6,5%. El próximo ajuste trimestral regirá desde el primero de septiembre, con los IPC de abril, mayo y junio.
Por ese motivo, desde hoy por cada litro de nafta que se vende en una estación de servicio en el país el Estado nacional retendrá $ 7,177, mientras que para el gasoil la retención para el fisco será de $ 4,426. Antes, se pagaba $ 6,726 y $ 4,148, respectivamente.
Asimismo, la AFIP tributará un $ 0,440 adicional por litro de nafta para combatir la contaminación que provoca el humo de los caños de escape y de $ 0,505 en el caso del gasoil. Los valores anteriores eran de $ 0,412 y $ 0,473.
Sin embargo, la decisión de trasladar el impuesto quedará en manos de las compañías. El Punto 3 del convenio confidencial que divulgó este medio lo permite.
La suba, estimada en el nivel de 1,3%, se debe a la modificación del Impuesto a los Combustibles (ITC), que figura en el Decreto 501/2018 publicado hoy en el Boletín Oficial.
Luego del salto del dólar a $25 a mediados de mayo, el ministerio de Energía habia cerrado un acuerdo con YPF , Pan American Energy y Shell Argentina, por el cual estas petroleras se comprometían a poner en pausa los precios de los combustibles hasta el 1° de julio. Era un antídoto para conjurar parcialmente los efectos de la devaluación sobre los precios. Sin embargo, dicho acuerdo es un tema que corre paralelo a la actualización del impuesto a la comercialización.