Albergará el resultado de investigaciones de exploración y excavación de sitios arqueológicos en suelos de la Provincia de Córdoba
PRENSA UNRC – La Universidad Nacional de Río Cuarto quiere transformar su actual Laboratorio de Arqueología y Etnohistoria de la Facultad de Ciencias Humanas en una Reserva Patrimonial Arqueológica.
Esta Reserva contendrá el producto de investigaciones en arqueología y etnohistoria en la región de servicio de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Albergará el resultado de la exploración y excavación de sitios arqueológicos en los suelos de la Provincia de Córdoba, en el marco de proyectos de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la UNRC, del Consejo de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Provincia de Córdoba (CONICOR), del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y, más recientemente, del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba.
Todo ese patrimonio histórico con el que actualmente cuenta esta casa de estudios se encuentra en un box del Pabellón “J” del campus de la Universidad, aunque desde el Laboratorio de Arqueología y Etnohistoria se indicó que se está procurando aislarlo de otros usos del espacio de acuerdo con los requisitos de acondicionamiento necesarios en reservorios de este tipo.
Se trata de restos arqueológicos líticos y cerámicos, muestras orgánicas y geológicas, documentos rupestres y cuatro esqueletos humanos.
El emplazamiento de esta Reserva en jurisdicción cordobesa la somete a los requisitos de la Ley de Patrimonio vigente, lo cual implica la necesidad de esta declaratoria formalizada con la aprobación del Consejo Superior de esta casa de estudios en su última sesión del martes.
A lo estipulado por esa ley provincial, se suman la Ley de Transparencia y Acceso Público a la Información y el Decreto 561/16 del Ejecutivo Nacional sobre Digitalización de Documentos, y las fichas de inventario del contenido de la Reserva, que deben ser ingresados a la plataforma digital pública.
La creación institucional de esta Reserva permitirá la adecuación del “acondicionamiento, repositorio y preservación del patrimonio material o tangible a la normativa actualmente en vigencia”, según mencionaron los autores del proyecto.
Las universidades tutelan el patrimonio arqueológico
La docente de Historia e investigadora universitaria Yanina Aguilar explicó: “Hablamos de la Reserva Patrimonial Arqueológica de la Universidad Nacional de Río Cuarto porque el patrimonio arqueológico del subsuelo del Estado argentino tiene la tutela de las universidades nacionales, por lo que le corresponde su creación efectiva a la universidad pública. Así está definido desde el año 2003, cuando se sancionó la Ley Nacional de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico”.
Actualmente, dependiente del Departamento de Historia de la Facultad de Ciencias Humanas, funciona el Laboratorio de Arqueología y Etnohistoria, que está ubicado en el ala Sur del pabellón “J”, en el sector Este del campus universitario. Está vinculado a las cátedras de Prehistoria y Arqueología y de Patrimonio y Sociedad.
Precisó la profesora Aguilar que “la idea es llevar este Laboratorio a la categoría de Reserva para que la Universidad pueda realizar las investigaciones pertinentes y que correspondan al resguardo del patrimonio arqueológico sin infringir ninguna ley”.
El Laboratorio de Arqueología y Etnohistoria custodia los resultados de treinta años de investigación por parte de un equipo de profesionales del Departamento de Historia liderados por el profesor Antonio Austral y la profesora emérita de esta casa de estudios Ana María Rocchietti.
En el año 2016, la gestión de Gisela Vélez designó al profesor Flavio Rivero coordinador de ese reservorio, que a partir de esta iniciativa pretende constituirse formalmente en una Reserva.
Su creación permitirá, entre otras cosas, hacer la digitalización de toda la fotogrametría en 3D de ese patrimonio histórico, que es de dominio público.
“Cualquier persona que quiera conocer o informarse acerca de la historia, de los que nos precedieron, de los pueblos prehispánico, por ley tiene derecho a hacerlo, remarcó la profesora Aguilar.
Más allá de las cuestiones jurídicas, este proyecto también conlleva la necesidad de contar con un espacio físico adecuado, dijo.
“La Reserva necesitará contar con un lugar acondicionado para poder realizar el registro arqueológico cerámico, de material óseo, de material lítico, registro a nivel de arqueología histórica, etcétera. Todo ello requiere de diferentes tratamientos a nivel químico, orgánico e inorgánico. Por eso, es que desde hace tiempo venimos trabajando con los departamentos de Geografía y de Geología”, comentó la docente.
Agregó: “A nivel latinoamericano, todos los museos ya tienen sus reservas arqueológicas, y las universidades tienen potestad sobre ellas”.