La miniserie Un gallo para Esculapio se convirtió en la gran ganadora de la entrega de los Martín Fierro 2018 . La ficción de Underground se quedó con 6 de las 11 estatuillas a las que aspiraba (actor protagónico, unitario y/o miniserie, actor de reparto, revelación, director, autor/libretista), además de alzarse con el Oro.
Sebastián Ortega , productor de la ficción que protagonizaron Peter Lanzani y Luis Brandoni, se mostró muy emocionado al recibir el premio mayor de la velada. La dedicatoria, al momento de agradecer, fue para sus tres hijos y, en especial, «a la mayor inspiración» de su vida: su papá, Ramón Ortega. El cantante y actor, en tanto, lo aplaudía a unos pocos metros, desde el centro del salón.
Cristina Pérez, al momento de agradecer el Martín Fierro que obtuvo Telefe Noticias a las 20, el noticiero que conduce junto a Rodolfo Barilli, dijo: «Como mujer, permítanme hablarle a los legisladores. Señores legisladores: no tengan miedo de la libertad de las mujeres. Nadie va a hacer lo que no quiera hacer, pero nadie debe ser condenado por hacer lo que cree. Apuesten a la educación y no a la inquisición. Tráiganos al siglo XXI, saquen a las mujeres de la libertad condicional y hagan historia. En el nombre de todas las mujeres argentinas, les pido eso: hagan historia».
Otras de las ganadoras, como Violeta Urtizberea (mejor actriz de ficción diaria por Las Estrellas) y Luz Cipriota (mejor actriz de reparto por El Maestro) también aprovecharon sus escasos minutos sobre el escenario para expresarse a favor de la cruzada.
A metros del hotel en el que se llevaba a cabo la entrega, Carla Peterson y Nancy Dupláa también tuvieron la posibilidad de hacerse escuchar. Si bien ninguna de las dos estaba nominada, presentaron desde el Puente de la Mujer, en Puerto Madero, la terna de nominadas a la mejor conductora. «En la Argentina cada 30 horas una mujer muere por violencia de género. El año pasado 295 mujeres fueron asesinadas solo por el hecho de ser mujeres, y 407 hijos e hijas se quedaron sin su mamá. Ni una menos es el grito de las que hoy ya no tienen voz, un grito que dice basta. Nos queremos vivas, libres y sin miedo. Por ellas, por todas. Ni una menos», expresaron. Y si bien no se refirieron expresamente a la legalización, Dupláa lucía un vestido verde y negro y su colega, el típico pañuelo anudado en su muñeca.
Fuente: La Nación