Directivos de las compañías se debaten entre dos posibilidades, que no suenan desconocidas para el mundo de la economía o la política de hoy: shock o gradualismo, resaltó el diario Ambito Financiero. «La suba de la nafta va a llegar después del aumento del dólar y del precio del petróleo», afirmó en diálogo con Telediario Marcelo Espíndola, titular del gremio de playeros.
Según cálculos actualizados de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), el atraso real en el valor de las naftas llega al 30%. Hace una semana no superaba el 25%.
«El desfasaje ejerce una fuerte presión en las petroleras. Pero eso no quiere decir que tiene que aumentar más de 27% de una, el atraso es sobre el tipo de cambio y el crudo. El porcentaje a definir es particular de las petroleras, de ver cómo achican esta brecha y en función de eso decidirán el aumento. Si continúa este escenario, arriesgo que será del 5%», dijo Gold, aunque no descartó que se acerque al 10%. «Margen para aumentos de esa naturaleza existe, lo que no existe es la oportunidad. Creo que va a ser más gradual, que un ajuste fuerte. En definitiva nosotros no somos los que lo definimos», aclaró.
En octubre de 2017 el barril de Brent pesificado costaba $ 1.001,50, pero hoy ese mismo barril alcanzó los $ 1.581. Además del porcentaje, la gran incógnita es cuándo se aplicará el ajuste. «No tenemos la información ni el conocimiento para decir el día, pero si no hay una regresión en el tipo de cambio, será inminente», estimó Gold.
El gerente general de la entidad, Guillermo Lego, fijó su propio deadline. «Cualquier suba ahora va a pegar más en el índice de precios al consumidor, pero no creo que se aguanten mucho más tiempo. Si no es esta semana, que ya termina, será la otra», aventuró el histórico dirigente de CECHA.
Para Lego, el incremento también se ubicará entre 5% y 7%.