Es considerado por los profesionales de la salud como el enemigo silencioso. Se desarrolla después de los 40, avanza rápido y es difícil de diagnosticar.
Es el quinto tipo de cáncer más común entre las mujeres, después del de mama, pulmón, colon y útero. Más del 50% de los casos se diagnostica pasada la menopausia. No presenta síntomas tempranos o se trata de un malestar que se confunde con el de otras afecciones. Además, porque no se cuenta con buenas pruebas médicas para detectarlo, explican médicos de Lalcec.
Los antecedentes familiares es una de las causas. El no haber tenido hijos, primera menstruación temprana y menopausia tardía, obesidad, esterilidad son otros de los factores que pueden desarrollar cáncer de ovario.
Inflamación o sensación de presión en el abdomen, sangrado vaginal abundante e irregular, flujo transparente, blanco o manchado con sangre. También puede palparse un bulto en el área de la pelvis, tener problemas gastrointestinales, molestias durante las relaciones sexuales son algunas de las señales que la mujer debe etener eb cuenta y consultar cuanto antes.
Fuente Lalcec