En su primera cumbre en más de una década, ambos países anunciaron que buscarán un acuerdo para establecer una paz «permanente» y «sólida» en la península.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, firmaron una declaración en la que acordaron trabajar para la «completa desnuclearización de la Península de Corea».
En su primera cumbre en más de una década, ambos países anunciaron que buscarán un acuerdo para establecer una paz «permanente» y «sólida» en la península.
La declaración incluyó promesas para perseguir una reducción de las armas militares, el cese de los «actos hostiles», cambiar la frontera fortificada por una «zona de paz» y buscar conversaciones multilaterales con otros países, como Estados Unidos y China.
La declaración incluyó promesas para buscar una reducción progresiva del armamento militar, cesar los actos hostiles, transformar su frontera fortificada en una zona de paz y buscar conversaciones multilaterales con otros países, incluido Estados Unidos.
«Los dos líderes declaran ante nuestra gente (…) y el mundo entero que no habrá más guerra en la Península de Corea y que ha comenzado una nueva era de paz», dijeron los líderes coreanos en una declaración.
Anteriormente, Kim se convirtió en el primer líder norcoreano desde la Guerra de Corea de 1950-1953 en poner un pie en Corea del Sur, después de estrechar la mano de su par sobre la frontera entre ambos países, en una zona desmilitarizada fuertemente fortificada.
Las escenas de Moon y Kim bromeando y caminando juntos marcaron un gran contraste con las tensiones generadas el año pasado por las pruebas de misiles de Corea del Norte y por su mayor ensayo nuclear, los que condujeron a amplias sanciones internacionales y a temores de un nuevo conflicto en la Península de Corea.
La reunión se produce semanas antes de que Kim se reúna con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en lo que será la primera cita entre los líderes de ambos países. Moon acordó visitar Pyongyang a fines de este año, según la declaración.
Como parte de los esfuerzos para reducir las tensiones, las dos partes acordaron abrir una oficina de cooperación, detener las transmisiones de propaganda y permitir el encuentro de las familias coreanas que se encuentran divididas por la frontera.
Pocos días antes de la cumbre, Kim dijo que Corea del Norte suspenderá las pruebas nucleares y de misiles de largo alcance y que desmantelará su único sitio conocido de pruebas nucleares. Sin embargo, existe un escepticismo generalizado sobre si Kim está dispuesto a abandonar el arsenal nuclear que su país ha defendido y desarrollado durante décadas ante una posible invasión de Estados Unidos.
No es la primera vez que los líderes de Corea del Norte y del Sur declaran su esperanza de paz. En dos cumbres anteriores, realizadas en Pyongyang en 2000 y 2007, no lograron detener los programas de armas de Corea del Norte o mejorar las relaciones de manera duradera.
«Haremos esfuerzos para conseguir buenos resultados comunicándonos estrechamente, con el propósito de asegurarnos que nuestro acuerdo firmado hoy ante todo el mundo no termine como los acuerdos previos», dijo Kim después de firmar el pacto.