Es uno de los estudios más frecuentes en gastroenterología. Es un estudio en el cual se visualiza la mucosa del esófago, estómago y duodeno.
Se utiliza un endoscopio, es un tubo flexible que posee mandos de control manejados por un operador y en uno de los extremos tiene una cámara de video y una luz que permiten que los órganos puedan observarse con claridad.
Además, el endoscopio cuenta con un canal de trabajo que posibilita introducir pequeños elementos, como micropinzas de biopsia, y un canal de aire para insuflar, especialmente el estómago, y lograr una correcta evaluación.
La endoscopia se realiza de forma ambulatoria; es decir, el paciente después del estudio, vuelve a su casa.
Este estudio se realiza para detectar numerosas enfermedades digestivas. Sin embargo, no sólo puede solicitarse con fines diagnósticos, sino también terapéuticos. Por ejemplo extraer determinadas muestras y el tratamiento de ciertas lesiones. Este estudio puede indicarse, por ejemplo, para establecer si hay una hemorragia digestiva o úlcera.
El procedimiento tiene una duración aproximada de 15 minutos y no es doloroso. Es importante considerar que, pese a tratarse de un estudio sencillo, no deja de ser un procedimiento médico que, como todos, implica riesgos.
Fuente Sociedad Argentina de Gastroenterología