Ocurrió durante la noche del domingo, en medio de una tormenta. El proceso avanzó más rápido que lo habitual. Unas 3 mil personas fueron a ver ayer el espectáculo al pie del glaciar, pero la ruptura no tuvo testigos.
El grueso de la estructura se horadaba a mayor velocidad que en otras temporadas debido a que carecía de la altura que había alcanzado en años previos. Ayer ya había perdido cerca de un tercio del total de su volumen, según informaron los voceros del Parque Nacional Los Glaciares.
Cuando el agua pasó del Brazo Rico al Canal de los Témpanos, los expertos calcularon que el colapso se iba a producir dentro de «dos o tres días». Durante la jornada de ayer, alrededor de 3.000 turistas y científicos pudieron ver como comenzaba a caer en partes el puente de hielo.
El mal clima, las lluvias y el viento conspiraron contra los turistas y curiosos que habían pasado la tarde en el Calafate.
La caída del «puente de hielo» fue durante la noche.
Ninguno de los cientos de visitantes pudo ser testigo de las miles de toneladas de hielo desprendiéndose y cayendo al canal formado debajo del glaciar.
El impresionante fenómemo no pudo ser observado por visitantes ya que el público no puede permanecer en el parque hasta después de las 20, según las medidas de seguridad con que suele manejarse el lugar.
El Parque Nacional Los Glaciares es el segundo mayor del país por afluencia de visitantes, detrás del de las Cataratas del Iguazú.