De la congregación participan camioneros, miembros de la Corriente Federal de Trabajadores, las dos CTA, movimientos sociales y sectores políticos como el kirchnerismo y la izquierda.
Columnas de manifestantes enrolados en el gremio de Camioneros, la Corriente Federal de Trabajadores, las dos CTA, movimientos sociales y sectores políticos como el kirchnerismo y la izquierda se congregan a lo largo de la avenida 9 de Julio donde, a partir de las 15, comenzará el acto sobre el escenario montado de espaldas al ministerio de Desarrollo Social, en la intersección con la avenida Belgrano.
Desde muy temprano y en el marco de un cierre casi total al tránsito vehicular de las avenidas y arterias que cruzan la avenida 9 de Julio, el gremio camionero comenzó a movilizar a sus afiliados, quienes se ubicaron frente al palco erigido a espaldas de la cartera de Desarrollo Social y en los principales ingresos al perímetro delimitado por las avenidas San Juan, Entre Ríos, Rivadavia y Bernardo de Irigoyen.
En los principales cruces ya se encuentran también instaladas las tradicionales parrilllas y puestos de comidas, que ofrecen choripanes, bondiolas y hamburguesas, y los toneles con hielo para enfriar aguas y gaseosas.
Frente al palco, de cara a la zona sur, se ubicaron decenas de butacas donde se sentarán los invitados más importantes para escuchar los discursos de los dirigentes de las CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli; el bancario Sergio Palazzo y Esteban ‘Gringo’ Castro por los movimientos sociales.
El último y principal orador alrededor de las 16 será Hugo Moyano, para capitalizar los réditos de la movilización, cuyo frente estará custodiado por miles de camioneros que buscarán que no se repitan los incidentes registrados en el acto a principios del año pasado en la Diagonal Sur.
En la manifestación de hoy lo apoya sólo un sector de los gremios que formaron parte de su corte histórica. Entre ellos, el triunviro cegetista Juan Carlos Schmid, los municipales de Amadeo Genta y Rubén «Cholo» García, los ceramistas de Domingo Moreyra, los judiciales de Julio Piumato, Aeronavegantes de Juan Pablo Brey, los guincheros de Roberto Coria y los empleados textiles (Setia) de Mauricio Anchaval, entre otros.
Lo que no tenía asegurado Moyano es la presencia de las autoridades electas del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), que dirige Raúl Durdos, tras la intervención de casi dos años en el gremio y que generó al ingreso a prisión de Omar Suárez.
Otros gremios adheridos a la CGT, nucleados en la Corriente Federal de Trabajadores, que participarán de la movilización son los bancarios de Sergio Palazzo, los docentes de Horacio Ghillini, jerárquicos de Luz y Fuerza liderados por Carlos Micucci, curtidores de Walter Correa, judiciales de Vanesa Silley y farmacéuticos de Víctor Carricarte.
Entre quienes no apoyan la movilización y están distanciados del moyanismo, figuran los mercantiles de Armando Cavalieri, metalúrgicos de Antonio Caló, el gremio de la Sanidad de Carlos West Ocampo y Héctor Daer, Obras Sanitarias de José Luis Lingeri, los estatales de Andrés Rodríguez; el gremio de la construcción de Gerardo Martínez; Luz y Fuerza de Guillermo Moser, taxistas de Omar Viviani, ferroviarios de Omar Maturano y Sergio Sassia, UTA de Roberto Fernández y los mecánicos de Ricardo Pignnanelli.
Sin la participación de esa gran cantidad de gremios Moyano tendrá el respaldo de una gran movilización pero, a la hora de pelear a partir de la semana que viene la reorganización de la CGT, le faltarán sindicatos y congresales.