Una emotiva procesión acompañó a la Virgen de la Concepción desde la Catedral a una misa en la Plaza San Martín
Siempre llovió, paró, dice el dicho y esta vez no fue la excepción; una preciosa jornada de sol fue lo que propició a la celebración que cada año conmueve a los riocuartenses que veneran a la patrona de la ciudad.
El Obispo Monseñor Adolfo Uriona encabezó la multitudinaria procesión y misa que contó con la presencia del Intendente Llamosas, autoridades policiales y las advocaciones de la virgen de todas las parroquias de Río Cuarto y sus representantes.
El Obispo destacó la importancia de la Virgen de la Concepción para la sociedad riocuartense y la relación que esta tiene con la fundación de la ciudad.
En su homilía realizó una semblanza acerca de la creación y la importancia de la concepción de Cristo en la religión cristiana.
Entre los fieles, un seminarista llegado de Cuba y su madre se encontraron para celebrar juntos la gran fiesta de la iglesia de Río Cuarto.