El proyecto estará terminado a principios del año próximo, a más tardar, y permitirá a las empresas nacionales sumar mayor valor agregado a sus procesos productivos.
Investigadores de la Facultad de Ingeniería de la UNRC, junto a especialistas de otras universidades nacionales, trabajan en la etapa final del desarrollo de la primera computadora industrial argentina abierta (CIAA), que permitirá a las empresas fabricantes del país sumarle más valor agregado a su producción a través de la incorporación de mayor tecnología.
Hace un par de años, un relevamiento del Gobierno nacional develó la dificultad que enfrentan las empresas del país para sumar tecnología a sus procesos productivos. Esta situación disparó la inquietud del Ministerio de Industria, de la Secretaría de Políticas Universitarias, de la Asociación Civil de Sistemas Embebidos (ACSE) y de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADDIEL), para impulsar el diseño y desarrollo de una computadora industrial argentina abierta.
El proyecto, que a nivel nacional coordina el doctor Ariel Lutenberg, investigador de la Universidad Nacional de Buenos Aires, comenzó a tomar cuerpo en los últimos meses del años pasado, cuando más de medio centenar de universidades nacionales y privadas del país, que integran la Red Universitaria de Sistemas Embebidos (RUSE), comenzaron a trabajar en el desarrollo de la CIAA.
La Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Río Cuarto forma parte de esta Red y, consecuentemente, del diseño y desarrollo de la computadora industrial argentina abierta, a través del Grupo de Sistemas de Tiempo Real (GSTR), cuyo director es el ingeniero Gustavo Rodríguez, docente e investigador de esta casa de estudios, quien dio detalles de esta innovadora iniciativa.
¿De qué se trata el proyecto?
Lo que se propuso es el desarrollo de una plaqueta industrial, no una plaqueta para hobby o para tareas de oficina. Se pensó en la industria. Tal es así que, cuando se diseñó, se pensó en protecciones para que soporte ambientes rigurosos, con polvo, con vibraciones, con altas temperaturas, como suele ser el ambiente dentro de una fábrica.
Una vez que se realizó el diseño de computadora industrial, se lo presentó al Ministerio de Industria, se aceptó y se comenzó a trabajar en su desarrollo a través de la Red Universitaria de Sistemas Embebidos, donde cada una de las universidades que la integran sumó su aporte particular en virtud de sus especialidades y potencialidades.
¿Qué parte de la computadora se desarrolla en la UNRC?
Nosotros estamos trabajando en el firmware que, para que se entienda, es la capa que existe entre el hardware y el software.
El firmware es un software que maneja físicamente al hardware. Establece la lógica de más bajo nivel que controla los circuitos electrónicos de un dispositivo de cualquier tipo. Está fuertemente integrado a la electrónica del dispositivo, siendo el software que tiene directa interacción con el hardware.
Desde el Grupo de Sistemas de Tiempo Real, además de desarrollar el firmware, se realizan tareas de prueba de lo que van desarrollando los equipos de otras universidades. Según precisó Gustavo Rodríguez: “La idea es que un equipo haga desarrollos de hardware o software y otro equipo de otra universidad lo pruebe para que los resultados sean más objetivos y para evitar cualquier inconveniente de funcionamiento, que a veces suele surgir cuando el que lo diseña y desarrolla es el mismo que lo testea”.
Uno de los aspectos que despierta mayor interés en el desarrollo de la CIAA es que es “abierta”, pero justamente ¿Qué quiere decir que esta computadora industrial argentina, cuyo desarrollo está a un paso de concluirse, sea “abierta”?
Explicó el ingeniero Gustavo Rodríguez: “Quiere decir que una empresa, de cualquier tipo, puede por ejemplo tomar el diseño del hardware y armar su propia plaqueta sin tener que pagar por ninguna patente. Es libre y gratuito. Libre quiere decir, además, que una empresa puede tomar ese diseño y utilizarlo como base para realizar su propio desarrollo. Cada empresa puede adaptarlo a sus necesidades y eso no la lleva a asumir ningún compromiso. Esto es tanto para Argentina como para cualquier otro país del mundo. Incluso ya hay un interés concreto de otros países latinoamericanos en este desarrollo. Todo es abierto: el hardware, el software, el firmware e incluso el diseño del gabinete que protege al equipo”.
Más allá del desarrollo tecnológico, también el proyecto consideró cuestiones estratégicas al momento del diseño, como por ejemplo que los integrados de la plaqueta sean los más comunes que se consiguen en la Argentina, para facilitarle la adquisición a quien lo requiera.
El proyecto generó desde un primer momento un singular interés en las empresas vinculadas al sector productivo y tecnológico del país. Numerosas Pymes, básicamente, se mostraron dispuestas a participar en el desarrollo de esta iniciativa, pero también para fabricar directamente la computadora y ofrecerla en el mercado.
El ingeniero Rodríguez precisó que, en este momento, ya está terminada la parte de hardware, y estimó que entre este mes y el próximo ya pueden salir a producción las placas electrónicas. De hecho, señaló, ya hay dos placas prototipos que se están usando a nivel de desarrollo.