Al final el Gobierno dejó el gravamen a las bebidas azucaradas. Pero dio marcha atrás con el vino, la cerveza y la baja a los impuestos de los productos electrónicos. Este último será más gradual.
El Gobierno envía hoy su proyecto de reforma tributaria al Congreso con el propósito de arrancar un debate impositivo a nivel país. Mantendrá el gravamen de 17% para las gaseosas con azúcar mientras que dará marcha atrás con los aumentos en las alícuotas al vino, champagne y cerveza.
Otro cambio es que analizan bajar de manera más gradual a la anunciada días atrás los impuestos internos para los productos electrónicos (celulares, televisores y monitores iban a ir de 17% a 0).
El oficialismo apuesta a debatir el proyecto en los próximos meses. El 10 de diciembre habrá una nueva composición de las cámaras, más favorable a Cambiemos.
La reforma tributaria se trata del primer paso en el Congreso de una serie de medidas fiscales que el Gobierno debatirá con la oposición y las provincias en 2018. Otra es el Pacto Fiscal que seguirá negociando con las jurisdicciones mañana. En el horizonte aparece también la modificación del cálculo para actualizar los pagos de jubilaciones y planes sociales que este año equivaldrán a $1.210.813 millones. Macri pretende que aumenten al ritmo de la inflación.