A seis días del último contacto del submarino ARA San Juan, aún no hay indicios de cuál podría ser su destino.
Decenas de unidades argentinas y de otros países –Estados Unidos, Reino Unido, Brasil, Francia, Alemania, Perú, Chile, Uruguay y Colombia– que ofrecieron apoyo forman parte del operativo para localizar a la nave, que perdió contacto con la base el miércoles pasado cuando se trasladaba de Ushuaia a Mar del Plata.
En los últimos días hubo dos novedades que alimentaron la esperanza del hallazgo. La primera fue la detección de siete comunicaciones que, se creía, podrían provenir del ARA San Juan. Luego se supo que no eran de la embarcación.
La segunda pista era que tres buques que trabajan en la búsqueda escucharon un ruido que podría pertenecer al submarino. Finalmente, esta posibilidad fue deschada.
El análisis del ruido detectado en las profundidades a unos 360 kilómetros de la costa a a la altura de Península Valdés dictaminó que «no corresponde a un submarino» y probablemente tenga «un origen biológico».
El vocero de la Armada, Enrique Balbi, informó este lunes a la noche que «se analizó la firma acústica y no corresponde a un submarino», por lo que se descartó que pudieran provenir del «ARA San Juan», con el cual se perdió contacto hace cinco días.
Informó que se decidió que en las próximas horas registren la zona con sus sonares dos buques oceanográficos argentinos y un buque polar brasileño que hoy se sumó a la flota de búsqueda.